Este domingo estuve jugando en Goblin Trader contra un amigo una partida en la que se enfrentaron mis fuerzas de Acontecimento contra sus fuerzas rusas ariadnas, por lo que en lugar de hacer el típico informe de batalla he decidido narrar los hechos que pasaron en esa partida en forma de relato, aquí está el resultado:
Equipo de
Operaciones Especiales de Acontecimento “Legba Atibon”
- Svalarheima. 15:18 horas.
- Madre Sabubu, las cajas de suministros han caído cerca y no
podemos permitir que los ariadnos se hagan con ellas, salga y mire a
ver si dentro de esas cajas está lo que buscamos. - Ordenó por
radio el teniente Aníbal mientras escrutaba la montaña a través de
la nieve, intentando localizar a esas malditas tropas ariadnas que
con sus trajes de camuflaje podían estar en cualquier parte.
Deben estar ahí, pensó Aníbal observando unos montículos de hielo
que había a unos 300 metros de ellos, sí, definitivamente es ahí
donde él pondría a un par de Tankhunters para que derribasen al
enemigo que ose salir de su cobertura, pero también estaba el
problema de los Scouts, esos cazadores podrían estar en cualquier
parte.
Aníbal miró inquisivamente al cabo Tucán, llamado así por los
llamativos colores que le gustaba llevar en el cañón de su fusil
combi, y éste se dio por aludido rápidamente. - El radar no
dictamina nada teniente, esta maldita ventisca hace que nuestros
radares sean inútiles, no detecto unidades camufladas. - Tucán se
afanaba por trabajar con su comlog personal por tratar de dar la
posición a su teniente de las tropas camufladas, ya que así
Damballah tendría un objetivo, y ese objetivo se convertiría pronto
en una baja más para el veterano zapador de Acontecimento.
La nieve arreciaba con fuerza en Svalarheima y las tropas ariadnas,
rusas en su totalidad, se sentían cómodas con ese clima, estaban
acostumbradas a ello, todo lo contrario que las tropas de
Acontecimento, que acostumbradas a las selvas y terrenos de gran
humedad y calor, no se sentían para nada cómodas en esa montaña de
ese planeta helado y se preguntaban constantemente que rayos hacían
en ese planeta, aunque esas preguntas quedaban para ellos mismos, ya
que Aníbal nunca les había conducido a una derrota y no sería esta
una primera vez, no, Aníbal tenían todo bajo control incluso bajo
aquella maldita ventisca. O eso se decían a sí mismos las valientes
tropas de Acontecimento.
En ese instanste, la madre Sabubu salió de su cobertura y se dirigió
con cautela hacia la caja más cercana de suministros, sabía que
estaba bailando con la muerte ya que había un nutrido grupo de
ariadnos escondidos en la nieve listos para llevársela con sus
dioses vudús, pero no temía a la muerte, era su amante secreta y
con sus medicinas trataba todos los días de mantener a los vivos
lejos de su amante.
No tenía miedo, sabía que Aníbal no la dejaría ir con sus dioses
tan fácilmente, pero sabía que era el cebo, alguien tenía que
serlo, y esta vez la había tocado a ella. No protestó, sino que
simplemente acató la orden y salió a cumplir su objetivo.
Madre Sabubu estaba ya junto a la caja de suministros más cercanas
cuando un tiro rompió el incómodo silencio en el que se
encontraban. Un Scout ariadno, al ver a la Madre con su bata color
marrón, llena de colgantes de huesos y símbolos vudús, no dudó en
dispararla, aunque por fortuna para Sabubu, éste erró el tiró y
no consiguió batir a su objetivo.
- ¡Ronaldo! ¡Lanza humo para cubrir a la Madre de ese Scout! - le
dijo Aníbal a Ronaldo, Guarda de Assalto de Acontecimento, por
radio, y éste rápidamente activó a su robot “Ronaldinho” para
que cubra con humo la posición de la doctora, aunque el humo sería
insuficiente para cubrirla de las otras amenazas que deparaba la
ventisca. Eso es lo que esperaba Aníbal, que se descubrieran las
amenazas ariadnas aunque para ello tuviese que sufrir un poco la
doctora.
Sabubu localizó la caja y la examinó con éxito, efectivamente,
eran lo que buscaban, un cargamento de Teseum que había caído del
cielo tras que una nave ariadna hubiese sido derribada por piratas.
El alto mando estaría muy contento con la recuperación de esas
cajas con el valioso Teseum, no podían fallar.
Otra caja había caído cerca de la primera, y Sabubu no dudó en ir
a por ella para ver si efectivamente también tenía Teseum, tenían
que examinar y llevarse las 6 grandes cajas llenas de Teseum que
habían caído en esa montaña dejada de la mano de Dios, aunque para
ello tuviesen que enfrentarse a esas malditas tropas ariadnas que ya
le estaban dando dolor de cabeza.
El humo cubría a Sabubu de ese Scout que aún trataba de mirar a
través de él para ver si conseguía localizar a la doctora, pero
desafortunadamente para la madre Sabubu, un Tank Hunter con un
poderoso cañón automático no se veía impedido por el humo para
abrir fuego contra ella y un gran estruendo sonó a 300 metros de la
posición de Aníbal.
El Tank Hunter se había descubierto, era el momento de actuar. La
Madre Sabubu saltó por los aires herida tras el impacto cercano del
cañonazo, que por su fortuna no la había dado de pleno, pero quedó
completamente inconsciente del brutal impacto cercano.
Rápidamente, un equipo de Bagh Maris mimetizados con el entorno se
aprestaron a llevarse a un lugar seguro a la Madre Sabubu. El abrir
fuego contra la Madre es un error, se dice que los espíritus la
protegen, y ese disparo fue lo último que hizo el Tank Hunter en su
vida.
Tras efectuar el disparo, un montículo de nieve disparó con
precisión letal sobre el Tank Hunter, hiriéndolo mortalmente en el
pecho. Se trataba de Damballah, el zapador de Acontecimento estaba
cubierto bajo la nieve a la espera de que se descubriese uno de
aquellos Tank Hunters para abatirlo.
- Fuego a discrección Damballah, elimina a todos los objetivos que
tengas a tiros - Le dijo Aníbal por radio. Era su orden favorita,
ahora tenía carta blanca para eliminar a todos los objetivos que
pudiera, y ese Scout que se afanaba en disparar al montículo de
nieve, sin éxito, que había abierto fuego y eliminado al Tank
Hunter era el siguiente en su lista.
Damallah recargó con paciencia y puso su mira sobre el Scout. - Resa
lo que sepas, papito ariadno - dijo en voz baja el veterano tirador y
de un tiro limpio voló la cabeza del pobre Scout.
Dos bajas añadidas a su lista, no estaba siendo un mal día a pesar
de estar bajo un montón de nieve que le helaba los huesos. Odiaba la
nieve, lo suyo eran las selvas o estar en la playa bebiendo de un
coco, pero no era el momento de pensar en eso.
Tras estas bajas, las tropas ariadnas se dieron cuenta que más les
valía tratar de rescatar las cajas que pudieran y huir de ahí antes
de que ese francotirador acabara con todos, por lo que el teniente
ariadno dio la orden de que avancen los Dozers para que comprueben y
se lleven las cajas más cercanas.
El teniente sabía que el tirador panceánico no tenía tiro hacia
los Dozers, ya que había unas ruinas de un viejo centro de
investigación entre sus ingenieros y el tirador, por lo que los
ordenó avanzar hacia una caja que no estaba muy lejana de su
posición.
Lo que no contaba el teniente, es que Ronaldo sí que tenía visión
con aquellos ingenieros, y aunque no tuviera un fusil francotirador
multi como Damballah, tenía muchísima puntería con su fusil multi,
por lo que según salió el primer ingeniero de su cobertura, un
disparo preciso le segó la yugular y cayó muerto en ese instante,
regando de rojo la nieve que tenía a sus pies.
El teniente notificó la muerte del ingeniero, aunque no era momento
de dudar, por lo que ordenó que el segundo ingeniero hiciera lo que
no pudo hacer su compañero, y éste sin dudar salió de su cobertura
en busca de la caja.
Estos ariadnos son valientes, pensó Ronaldo, aunque tristemente para
ellos, los cementerios están llenos de valientes.
Ronaldo volvió a disparar al ver al segundo ingeniero según se le
puso a tiro, la bala voló unos 270 metros hasta su objetivo y le
alcanzó sin piedad en el pecho. La munición de doble acción que
cargaba el fusil multi hizo que el tórax del ingeniero reventara
según se le introdujo la bala en la caja torácica.
El teniente al ver la masacre que estaban causando los tiradores
panoceánicos decidió que no merecía la pena arriesgar a toda su
unidad por un puñado de Teseum, en Ariadna tenían mucho más, que
se queden estas malditas cajas los panocos, no valen más que la vida
de sus hombres.
Снятие!
Снятие! Возвращаемся на базу!* - exclamó el teniente ruso y rápidamente sus hombres se replegaron
en orden sin sufrir más bajas.
Aníbal, al ver que se retiraban los rusos decidió avanzar
cautelosamente. Efectivamente, los rusos se estaban retirando, era
hora de cargar las cajas al camión y salir de ahí antes de que
traigan refuerzos.
En poco tiempo, el equipo de Bagh Maris que había rescatado a la
Madre Sabubu, la cual ya se encontraba siendo atendida de sus
heridas, cargó las pesadas cajas de Teseum en la parte de atrás del
camión que habían traído a propósito para llevarse el cargamento.
Al cabo de unas horas, el camión ya había sido tomado por un
destacamento de unidades de Neoterra y los soldados de Acontecimento
habían vuelto a su nave.
*¡Retirada!
¡Retirada! ¡Volvamos a la base! (En ruso)
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La misión jugada fue Lifeblood, modificada un poco en el relato para que tenga más sentido.
El resultado de la partida fue que mis tropas causaron tantas bajas en el primer turno que mi rival decidió claudicar puesto que ya no tenía casi ninguna opción de reventar cajas o casi de descubrirlas.
Un saludo.
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