Nos situamos en Badab, un sistema planetario cercano al núcleo galáctico que está al borde del Imperio bordeando con las áreas reclamadas por las Ligas de los Squats.
El sistema está ocupado por los Marines Espaciales, no por una improbable invasión Squat, sino por la proximidad a la gigantesca tormenta de Disformidad llamada El Torbellino.
El Torbellino se ha supuesto que es una superposición del espacio disforme y el real por lo que permite la existencia de ambos mundos en un solo plano. Este Torbellino es muy difícil de patrullar o explorar, por lo que es un sitio de refugio para renegados o herejes. Se calcula que hay cerca de 20 imperios orkos y multitud de reinos piratas en El Torbellino.
El Sistema de Babad ha sido defendido durante tres siglos por el capítulo de las Garras Astrales, pero en el año 901.M41, el Señor de las Garras Astrales y Señor de Badab, Lufgt Hurón, ordenó la destrucción de una nave de investigación imperial matando a 23.000 personas fieles al Emperador.
Tras este ataque y poseído por un aparente ataque de locura, Hurón se autoproclamó Tirano y Señor de Badab y anunció así la secesión del sistema del Imperio.
Lugft Hurón. |
El Tirano de Badab rechazó las dos primeras fuerzas expedicionarias eviadas por el Imperio en los años 902 y 903. Tras el segundo ataque, tres capítulos se unieron a los Garras Astrales: Los Guerreros Mantis, los Ejecutores y los Lamentadores.
La navegación comercial imperial fue atacada con gran intensidad y se cortó la comunicación con los mundos Squat de la Liga Kapella.
En el año 904, los Guerreros Mantis atacaron una astronave perteneciente a los Halcones de Fuego y la capturaron. Los Halcones de Fuego rápidamente lanzó sus represalias y pronto hubo ya cinco capítulos de los Marines Espaciales involucrados en el combate.
Los Marines Errantes fueron llamados a las armas pero pronto se tuvieron que dedicar exclusivamente a la protección de astronaves mercantes imperiales.
En el 906 fueron enviados más capítulos de los Marines Espaciales para pacificar la situación y la amenaza que había contra la navegación comercial imperial se fue controlando poco a poco. Las incursiones orkas contra el Segmentum Ultima del 907 obligaron a varios capítulos leales a abandonar el conflicto, pero fueron sustituidos por escuadrones navales dedicados a proteger las rutas mercantes.
Las tropas imperial comenzaron a asediar con fuerza el mundo fortificado de Badab mientras otros capítulos investigaban los mundos ocupados por los Ejecutores y los Guerreros Mantis.
La principal fuerza de los Lamentadores fue atrapa en una emboscada en el 908, y su derrota fue tan aplastante que tuvieron que rendirse.
Esto fue un duro golpe para el Tirano y el resto de la guerra fue una serie de asedios en los que las fortalezas rebeldes eran asaltadas y conquistadas una por una. La rebelión fue sofocada en el 912 con la caída de Badab y el exterminio de los Garras Astrales.
Una vez terminada la rebelión, la Inquisición perdonó a los Lamentadores, a la Legión Mantis y a los Ejecutores bajo la premisa de participar en una cruzada durante 100 años. Los mundos de los Ejecutores y la Legión Mantis fueron entregados a capítulos leales victoriosos, así como un porcentaje de los cargamentos robados que habían sido recuperados.
Los Garras Astrales fueron destruidos casi por completo. Un contingente de doscientos guerreros consiguió abrirse paso a través de un bloqueo imperial y llegar al Torbellino.No volvió a saberse nada más de estos renegados durante mucho tiempo, hasta que del Torbellino volvió el Tirano de Badab, que había sido gravemente herido por el impacto de un rifle de fusión, ahora llamado como Hurón Blackheart y los antiguos Garras Astrales pasaron a denominarse los Corsarios Rojos.
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